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14 de agosto de 2022

Entender la industria de las bebidas no alcohólicas

Publicado en Noticias del sector

Innovación constante

Constantemente mencionamos los diferentes procesos que intervienen en la producción de bebidas gaseosas, pero es importante entender toda la cadena de suministro, desde la producción hasta la distribución al consumidor. Al entender cómo funciona el proceso, las nuevas empresas de bebidas (¡o incluso las antiguas!) pueden encontrar áreas de oportunidad para intervenir y mejorar su producto.

Términos de uso común

CSD (Carbonated Soft Drink): Bebidas gaseosas tradicionales, refrescos o pop. El producto debe estar carbonatado. Excluye las bebidas energéticas carbonatadas o las bebidas deportivas.

Bebidas energéticas: Bebidas que dicen despertar o proporcionar estado de alerta. Bebidas que promueven el estado de alerta y se comercializan como un refresco con beneficios añadidos.

Bebidas deportivas: Bebidas que dicen rehidratar/reponer, así como restaurar los minerales, el azúcar y otros nutrientes perdidos durante el ejercicio.

La cadena de suministro de refrescos

La fabricación de un refresco es un proceso que consta de varios pasos antes de llegar a la mano del consumidor. La mayoría de las bebidas refrescantes pasan por un ciclo de vida similar, que comienza en el productor de jarabe, pasa por el embotellador, el distribuidor (si es necesario), el comerciante y, por último, el consumidor final. Cada componente es tan importante como el siguiente para garantizar que la bebida gaseosa se produzca y envase correctamente.

Elaboración de BRG embotelladas

Las BRG suelen variar su receta de jarabe al inicio del proceso de fabricación. Las materias primas, como los aromatizantes, los productos químicos y los edulcorantes, se mezclan en diferentes porcentajes para crear una bebida exclusiva de la marca. Curiosamente, alrededor del 94% del refresco está compuesto por agua carbonatada, lo que lo convierte en un componente vital de la bebida.

El edulcorante varía entre los refrescos no calóricos y los no dietéticos. Los fabricantes añadirán un sustituto del azúcar al jarabe concentrado para las bebidas dietéticas, mientras que para las no dietéticas, el azúcar se combina con el jarabe en la fase de embotellado. Cuando está lista, los dosificadores combinan el sirope y el agua destilada, y por último se carboniza la mezcla. Una vez terminada, la bebida está lista para su envasado.

Controlar la carbonatación

La formación de espuma puede suponer un gran problema para los embotelladores una vez que el refresco está carbonizado. Esto puede dar lugar a una reducción de la eficiencia de la línea y a tiempos de arranque más lentos. Para las marcas, es importante que cada uno de los componentes del proceso de fabricación y embotellado funcione sin problemas para que puedan satisfacer adecuadamente las demandas de los consumidores sin dejar de ser rentables. Aquí es donde el CO2Sostener® puede ayudar. Este auxiliar de elaboración puede añadirse en el momento en que se combinan el jarabe y el agua. Cuando la mezcla se carboniza, el CO2Sostener® recubre el CO2 burbujas, impidiendo que se fusionen en burbujas más grandes, lo que resulta en una menor generación de espuma. Esto permite a los embotelladores aumentar la velocidad de embotellado y, en última instancia, permitir que su BRG se produzca a un ritmo más rápido, reduciendo los costes y ahorrando dinero.

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